Como vemos los precios se mantuvieron relativamente estables desde los inicios del siglo XX hasta la mitad del mismo, rondando entre 0.60 y 3, lo que no quiere decir que no hubieron grandes mercados bajistas y alcistas. En consecuencia, es posible que se genere un problema de oferta y, a su vez, un alza de precios. Ahora bien, si la crisis económica trae menos empleo y una bajada del consumo, no todo es malo pues como consumidores siempre será interesante tener un precio del petróleo muy bajo, camisetas de baloncesto que ultimamente ayudaría a una futura recuperación.